La imagen siempre ha cobrado una gran importancia en la historia de la humanidad.
Desde siempre, todas las personas han tenido la necesidad de proyectar una imagen a través de su vestimenta y de adornos.
El fenómeno del aluvión de imágenes que recibimos es propio de éste siglo, la búsqueda de imagen propia y personal del ser humano es prácticamente ancestral. Civilizaciones muy primitivas nos han dejado testimonio de ricas creaciones en dibujos pintados sobre la piel y atuendos que transmitían la jerarquía y la condición social.
El fenómeno del aluvión de imágenes que recibimos es propio de éste siglo, la búsqueda de imagen propia y personal del ser humano es prácticamente ancestral. Civilizaciones muy primitivas nos han dejado testimonio de ricas creaciones en dibujos pintados sobre la piel y atuendos que transmitían la jerarquía y la condición social.
Muchas de las civilizaciones antiguas para sus ceremonias, se vestían de acuerdo a cada acto y cada rol que debían tener, así fue como le fueron dando un significado concreto a cada adorno, a cada vestido o inclusive hasta al maquillaje.
Así pues el ir vestido siempre ha sido una clase de distintivo, de proyección de imagen y con el paso del tiempo se ha vuelto tan importante que ha surgido el estudio de la asesoría de imagen.
La asesoría de imagen surge en los Estados Unidos a través de una investigación que realizó el maestro John T. Molloy.
Su estudio se basó en la relación que existía entre el comportamiento de los alumnos y la vestimenta de los maestros, y descubrió que la ropa que vestían los maestros tenía un impacto enorme en la actitud que tenían los alumnos en sus clases.
Continuó con su estudio y se dio cuenta que la ropa que las personas usan puede afectar en gran medida a las demás personas, por lo que en el año de 1960, Molloy comenzó a asesorar a abogados, políticos y empresas en temas referentes a la vestimenta.
En 1975, Molloy publica su libro “Dress for Success” y en 1977 “The Woman’s Dress For Success”. De ahí surgió el término de Ingeniería del Guardarropas.
Hoy en día los parámetros de Molloy pueden ser anticuados pero su teoría de que la forma de vestir debe ayudar a ascender al éxito en vez de retener, sigue vigente.
Otra pionera de la asesoría de imagen fue Emily Cho, quien en 1970 funda la firma consultora New Image en Nueva York. Su idea de servicio no sólo era de asesorar a sus clientes en el proceso de compra, sino que también a ayudarlas a descubrir sus cualidades internas. Muchos clientes acudían a su firma cuando necesitaban encontrar seguridad o descubrir su personalidad y eso lo lograban teniendo un cambio desde fuera.
En 1980, en EE.UU, el mercado corporativo creció considerablemente y así también la demanda de personas que requerían de los servicios de una consultora de imagen.
En esta época fue cuando los servicios se dividieron en 4 categorías:
* Vestimenta y color
* Oratoria y presentaciones en público
* Relaciones públicas y personales
* Motivación
A mediados de los 90, la economía en EE.UU. comenzó a declinar.
Los presupuestos se achicaron y muchas empresas recortaron también el número de empleados. Todo esto generó miedo e inseguridad en los trabajadores. Por otro lado, surgieron las compañías de tecnología, el boom de los sitios de Internet y compañías que se manejaban por jóvenes emprendedores que imponían su propio estilo.
Un estilo mas descontracturado, no sólo por la personalidad de estos nuevos ejecutivos que no les interesaba como lucían, sino además apoyados por el hecho de que lo virtual era lo que estaba de moda. De ahí surgió lo que hoy conocemos como Viernes Casual o Cassual Friday que todas las compañías adoptaron. Este estilo de compañías permitía el trabajo a distancia y esto acrecentaba más el hecho de no tener que vestirse para trabajar.
Todo esto obligó a la industria de la asesoría de imagen a repensar su negocio.
Como lo único constante es el cambio, el asesor de imagen debía estar al tanto de las tendencias y no sólo de la moda, sino también de los mercados para estar alerta y descubrir que nichos se abrían en dónde se podía insertar. Se debía entender qué pasaba con la fuerza laboral, detectar dónde estaba la ganancia, las posibles inversiones y que profesiones o servicios se ponían de moda. Algunos ejemplos en esos años fueron el surgimiento de las AFJP, o el interés por la cocina, el consumo de vinos y el crecimiento de restaurantes.
También el furor por el cine y la industria del modelaje, y por los cambios en la situación social del país donde las amas de casa debían salir a trabajar, entre otras cosas.
Durante la segunda mitad de 1990 la economía creció en los EE.UU, y esto permitió al asesoramiento de imagen renacer aunque con una estructura un poco más amigable y relajada. Ya no se usaba el “uniforme” para ir a trabajar y los códigos de vestimenta se hicieron más flexibles. El hecho de que el mundo se hiciera más globalizado generó una nueva inquietud hacia la profesión, incorporando la etiqueta y el protocolo que permite ayudar a los que interactúan con diferentes culturas.
En la actualidad ya es totalmente común encontrar en cualquier punto de los Estados Unidos, en países de Latinoamérica a un/a asesor/a de imagen, así como también en muchos países de Europa.
El contenido de la entrada está bien, completo, pero quizás hay mucha letra y pocas imágenes que lo ilustren. De todas formas, la información es buena. - Magalí, Tamara.
ResponderEliminarsi Arantxa escribiera igual que se hace fotos en snapchat con la carita del perro este blog tendría millones de suscriptores.
ResponderEliminarUn besi guapa.
Ahora en serio, nos gusta mucho vuestro blog. Es muy completo, quizá le añadiríamos más fotografías para hacerlo más visual.
ResponderEliminar¡Nos encanta el estilo del blog y esta entrada es genial!
ResponderEliminarEl tamaño de la letra quizás debería ser un poco más grande, hay pocas fotos que acompañen la información escrita, pero bien redactado y un tema interesante.
ResponderEliminarRebeca, Irene y Clara ((:
Coincido con vuestr@s compañer@s, la entrada es interesante y está bien redactada pero es un poco densa. Quizá podríais haber acortado algunos párrafos y haber metido alguna imagen más, algún vídeo o enlace a otra web para quien hubiera querido saber más.
ResponderEliminarVuestro formato de texto y el aspecto global del blog es bueno.